A veces las circunstancias nos inducen a creer
que todo lo que pensamos ostenta cierto poder.
Si la mente es poderosa y tiene fuerza real
aquello que imaginamos tal vez se haga realidad.
Corrientes de pensamiento ríos que vienen y van
entre océanos y mares evitando naufragar.
Es claro no estamos solos porque somos uno más
uno entre muchos millones entre tanta humanidad.
Si somos lo que pensamos nuestro futuro será
la consecuencia directa de nuestro diario pensar.
Ruben Edgardo Sánchez, 23 de septiembre de 2014
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