Estoy sin luz y no sé cuándo la tendré de vuelta
mientras tanto escribo versos al amparo de una vela.
La situación me remonta a pretéritos momentos
en los cuales los mortales se conformaban con esto.
No podían lamentar carecer de lo ignorado
entonces vivían felices en aquel tiempo pasado.
La corriente de los ríos era la que conocían
la eléctrica en esa época era una vana utopía.
Qué romántica es la luz de una vela encendida
a veces los contratiempos nos cambian la perspectiva.
Las dos de la madrugada escribiendo en la cocina
Aerosmith cantando Crazy desde una radio a pilas.
De repente una luz en casa de la vecina
me induce a pensar que ya mi vigilia se termina.
Esperaré unos minutos para ver si es momentáneo
por lo que veo ya tengo la luz que me habían quitado.
Entonces aquí termino estos versos contingentes
generados ante un hecho por desgracia muy frecuente.
Ruben Edgardo Sánchez, 2 de septiembre de 2014
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