Hace ya unos cuantos años soldados profesionales
oriundos del Reino Unido navegaron sendos mares
llegando desde muy lejos hasta las Islas Malvinas
que invadieron hace años incluso siendo argentinas.
Soldados profesionales contra jóvenes conscriptos
empujados a la guerra por mesiánicos golpistas
militares argentinos presuntuosos y soberbios
que usurparon por la fuerza años atrás el gobierno.
Buscaban fortalecerse a partir de una hazaña
en manos de criaturas ajenas a las batallas
pero con sangre caliente y orgullo por combatir
defendiendo a su patria aunque les cueste morir.
Con escasa instrucción y carencia de pertrechos
nuestros valientes soldados demostraron en los hechos
que estaban bien predispuestos para defender las islas
aunque corrieran el riesgo de perder sus propias vidas.
Juraron desde muy niños fidelidad a la patria
sin importar demasiado si caían en batalla
era más fuerte el amor que sentían por su tierra
que la posibilidad de que en ella fenecieran.
Nos dieron sobradas muestras de ser buenos combatientes
enfrentando con arrojo a los soldados ingleses
sin saber a ciencia cierta quién ganaría la guerra
después de cuarenta días combatiendo en mar y tierra.
Años después los ingleses debieron reconocer
que estuvieron varias veces casi a punto de perder
la guerra por las Malvinas a manos de los soldados
que con enjundia y valor defendieron suelo patrio.
Son nuestros ex-combatientes y veteranos de guerra
algunos sobrevivieron y otros yacen bajo tierra
la misma que defendieron con ahínco y valentía
el suelo que ahora los cubre en nuestras Islas Malvinas.
Ruben Edgardo Sánchez, 2 de abril de 2016
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