Nacieron ocho gatitos de un par de gatas preñadas
era escaso el alimento que las crías disputaban.
De ocho gatos sólo cuatro pudieron seguir viviendo
dos con manchas de colores y dos negritos pequeños.
Las dos madres ya repuestas de lo que fuera el puerperio
en total sumaban seis los felinos en su reino.
Uno de ellos el más débil no disputaba comida
tal vez no tenía fuerzas para enfrentar embestidas.
Al final quedaron tres de los ocho que nacieron
este negrito se fue pero esta vez rumbo al cielo.
Angelito de carbón que solitario vivías
ahora sé que eras aquél que casi nunca comía.
Quién sabe qué maleficio o qué suerte del destino
te ha arrebatado la vida te ha quitado del camino.
Yo anido una honda pena no eras un número más
eras negrito y muy bueno tu piel y tu soledad.
Ruben Edgardo Sánchez, 12 de mayo de 1994
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