Capricho del destino suerte esquiva
me trajo una infección muy agresiva.
Mi tobillo invitó a un estreptococo
que fue ocupando espacio poco a poco.
Menuda distracción de mis defensas
olvidaron cuidar mi pierna izquierda.
El caso es que postrado en una cama
me encuentro con la pierna inflamada.
No acierto a dar un paso sin que duela
por culpa de esta cruel erisipela.
El doctor prescribió trifacilina
reposo y cuatro tomas la rutina.
Terrible era el dolor que padecía
por suerte fue menguando día a día.
Jamás olvidaré esa cruel tortura
que hizo tambalear mi compostura.
Ruben Edgardo Sánchez, 28 de abril de 1993
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