Una luna impresionante
se iba yendo hacia el poniente
con su delgada silueta
propia del cuarto creciente.
Su perfil estilizado
deslumbrante y primoroso
de color anaranjado
impactaba a nuestros ojos.
Una imagen de película
que resultaba increíble
nos regalaba la noche
como un sueño imposible.
La luna llena es hermosa
la nueva jamás se ve
pero a esta luna creciente
la vi por primera vez.
Ruben Edgardo Sánchez, 30 de enero de 2017
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