Como un nene caprichoso
hacés lo que se te canta
cuando algo te pesa mucho
decidís darle la espalda.
No te tomás nada en serio
minimizás lo importante
aunque ni vos te lo creas
sos un necio ignorante.
Lo único que te importa
es alimentar tu pereza
se te ve siempre cansado
casi nada te interesa.
Sabés bien que sos un cerdo
revolcado en el chiquero
sobre un fango nauseabundo
cegado por el dinero.
Ruben Edgardo Sánchez, 4 de enero de 2017
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