Premura sin pausa no impide que ahora
le robe un instante para meditar
no escapo a la prisa pienso escribo y siento
todo junto y más todo junto y ya.
Tan enajenado tan lejos de mí
escarbo mis días cuando era feliz
con todo mi tiempo y todo el espacio
siempre al alcance y sólo para mí.
Después con desgano compartir mis cosas
instantes espacios y mi libertad
también como siempre repartir mi tiempo
todos mis quehaceres en pie de igualdad.
Libre como el aire feliz de la vida
siempre sin horarios como un vagabundo
así me recuerdo tan vivaz y alegre
un aventurero conociendo el mundo.
De prisa sin pausa y sin meditar
total desenfreno vértigo sin par
así se impone esta cruel realidad
lejos de aquel niño en total libertad.
Ruben Edgardo Sánchez, 7 de septiembre de 1989
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