Poderosos
clamores tensos ruidos
vibraciones
profundas tan inmensas
alborotan
sin más nuestras conciencias
en un
piélago de gritos y alaridos.
Invadidos
por millones de sonidos
estridencias
agudas muy intensas
son tan
grandes tan fuertes tan extensas
que
quisiéramos borrar nuestros sentidos.
No resulta
tan fácil de eludir
este rapto
latente de locura
por ser
cruel y fatídico el tormento
entre
vanos intentos de evadir
este mar
de pasión y desventura
que no
encuentra razón ni entendimiento.
Ruben
Edgardo Sánchez, 23 de julio de 2014
Ilustración: "El grito" de Edvard Munch (1893)
Ilustración: "El grito" de Edvard Munch (1893)
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