Apenas las cinco plena madrugada
hay gente despierta camina apurada.
Rumbo a sus quehaceres rumbo a sus pesares
a cuidar enfermos o a curar sus males.
Aún no amanece el cielo está oscuro
la brisa es un beso en la mejilla os juro.
Los pájaros duermen no se oyen chicharras
un gato maúlla pisando hojarasca.
Ya se fue la luna detrás del poniente
el sol no se asoma no parece urgente.
Ya vendrá la aurora lenta y perezosa
entre nubes blancas teñidas de rosa.
Paso a paso el día anunciará su vuelta
vestido de lunes abrirá la puerta.
Andará despacio para darnos tiempo
seguiré sus pasos en un nuevo intento.
Llenará el espacio de color y ruidos
poblará las calles poblará los nidos.
Volarán las aves andará la gente
hablarán de él y él indiferente.
Amanece al fin ya despunta el alba
la ciudad de a poco ya pierde su calma.
Chirridos bocinas sirenas gorjeos
mil pasos y voces la vida de nuevo.
Ruben Edgardo Sánchez, 21 de febrero de 1994
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