Creo que es el mismo que vi hace semanas
hambriento de madre hambriento de faldas
hoy lo vi tirado en medio del agua
pegado al cordón junto a la parada.
Era todo vida hace unas semanas
su sed de cariño su cola parada
su pelo agrisado radiante brillaba
rondaba a la gente siguiendo pisadas.
Esperando que alguien detenga su marcha
cambie su destino de alma desolada
hoy lo veo allí es tan solo nada
una mancha negra sobre la calzada.
Hoy ya no es posible no es posible nada
sólo contemplarlo la vista nublada
muchos lo verán y no dirán nada
muda indiferencia la boca cerrada.
No puedo olvidarlo desde esa mañana
un nudo en el alma sin una palabra
pequeña ternura maulladora vaga
vaga entre las piernas quién sabe humanas.
Ruben Edgardo Sánchez, 10 de mayo de 1993
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