Argentina tiene un cáncer muy difícil de extirpar
que lastima a su pueblo desde mucho tiempo atrás.
Si siempre deben pagar los justos por pecadores
no podemos esperar que la situación mejore.
Pues la justicia no es ciega y tampoco es imparcial
el dinero y el poder la suelen condicionar.
Vale recordar acaso un fallo controvertido
juzgaron por la apariencia sin tener ningún motivo.
A un cordobés lo acusaron de robar un triste peso
el juicio no fue muy claro y estuvo tres años preso.
En cambio a los militares que causaron tanto daño
les reducen las condenas para que sigan matando.
Presionan a los fiscales para evitar que investiguen
a algunos los golpean o hacen que se suiciden.
Maltratan a los molestos e indultan a genocidas
le rinden culto a la muerte porque desprecian la vida.
Premiaron a los milicos que enlutaron la Nación
si les reducen las penas cada año valdrá dos.
Falló la Corte Suprema por tres votos contra dos
y la indignación de todos de inmediato estalló.
Muy pronto se mezclarán con ciudadanos honestos
caminarán libremente y tal vez muy cerca nuestro.
Bajemos ya las persianas y pongámosles candados
tal vez ya se encuentren libres los malditos condenados.
Ni olvido ni perdón deben cumplir las condenas
de lo contrario será una mentira "suprema".
Ruben Edgardo Sánchez, 4 de mayo de 2017
Los jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina Elena Highton de Nolasco, Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti votaron a favor de la aplicación del “dos por uno” mientras que Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda lo hicieron en disidencia.
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