Cuán breves que son los días en la estación otoñal
se proyectan muchas sombras y el sol se aleja aún más.
La ciudad está alfombrada por la liviana hojarasca
que durante abril y mayo cubre vereda y calzada.
En apenas tres semanas dará comienzo el invierno
habrá que abrigarse mucho para no caer enfermos.
Será el día más corto también la noche más larga
a partir de ese momento cada día se alarga.
En menos de cuatro meses después de una larga espera
con su renuevo de vida llegará la primavera.
Al cabo vendrá el verano con su explosión de alegría
para disfrutar a pleno las bondades de la vida.
Ruben Edgardo Sánchez, 31 de mayo de 2017
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