Ejércitos napoleónicos habían conquistado España
por tanto al virrey Cisneros no había quien lo respaldara.
El día veintidós de mayo de mil ochocientos diez
un firme Cabildo Abierto le dio la espalda al virrey.
El día veintitrés de mayo en horas de la mañana
el conteo de los votos dispuso que se marchara.
El veinticuatro de mayo desatendiendo el traspié
nombró una Junta el Cabildo que presidía el virrey.
En los suburbios porteños cundió un gran descontento
y hasta tomaron las armas los Patricios y Arribeños.
Manuel Belgrano juró arrojar por la ventana
al terco virrey Cisneros si es que no renunciaba.
Finalmente el veinticinco el pueblo de Buenos Aires
impuso su voluntad y no habría quien la acalle.
Sobre estos firmes cimientos creció una nueva nación
la República Argentina que amamos con devoción.
Ruben Edgardo Sánchez, 25 de mayo de 2017
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