Cuando lo vemos seguido
nos parece muy normal
mas cuando desaparece
lo extrañamos a rabiar.
Pasaron días sin verlo
y era demasiado tiempo
sin poderlo disfrutar
ni siquiera un momento.
Sólo nubarrones negros
viento y lluvia por doquier
a diario presos del frío
y el sol sin aparecer.
Pero un día regresó
después de tanto esperarlo
qué alegría poder verlo
cómo duele al extrañarlo.
Ruben Edgardo Sánchez, 8 de septiembre de 2016
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