Soplaban vientos del sur
con violencia inusitada
todo lo que estaba en pie
de repente se volaba.
Después de haber disfrutado
dos días primaverales
comenzaron a soplar
poderosos vendavales.
Bajó la temperatura
una decena de grados
nos sorprendió de repente
no estábamos preparados.
Suponíamos que el frío
había migrado a otros lares
tal vez vino a despedirse:
“Adiós, me voy, no me extrañen!”
Ruben Edgardo Sánchez, 23 de septiembre de 2016
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