Hoy es lunes y me siento
un poco extraño quizás
porque es el primer día
que no voy a trabajar.
Es el momento soñado
ya soy libre de verdad
haciendo lo que me place
en todo tiempo y lugar.
Mi sonrisa dibujada
en mis labios siempre está
miro hacia el espejo y veo
mi paz y felicidad.
Me pregunto si es delito
ser feliz a cada instante
qué es lo que pasa conmigo
que ya no estoy como antes.
Son cuarenta y cuatro años
de tener que madrugar
cumplir con obligaciones
a cambio de un sueldo más.
Ahora llegué a buen puerto
y me siento libre al fin
con el viento a mi favor
y mis ganas de vivir.
Ruben Edgardo Sánchez, 2 de septiembre de 2013
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