Me preguntan ¿Estás loco? Claro que no por supuesto
pues como todos sabemos la locura es estar quietos.
Nos enferma y muchas veces nos anula y nos ahoga
porque somos los humanos máquinas caminadoras.
Mis piernas y el corazón han sido fortalecidos
pero lo más importante mi mente no ha fenecido.
En los países más ricos y también motorizados
se pierde la conexión con el mundo animado.
Por cruzar la Tierra a pie he absorbido paisajes
también me he reconectado con personas de otros lares.
Conozco gente a diario y no puedo ignorarlos
hablo con desconocidos al rato de saludarlos.
Me enfrasco en conversaciones horas minutos segundos
caminar construye hogares en todas partes del mundo.
Cruzaré el mundo a pie durante los próximos años
pretendo seguir los pasos de los primeros humanos.
Ruben Edgardo Sánchez, 7 de septiembre de 2016
(Basado en un texto original de Paul Salopek)
Cruzaré el mundo a pie durante los próximos seis o siete años.
Mi deambular intercontinental, llamado Caminata fuera del edén, es un proyecto narrativo que tiene la finalidad de seguir los pasos de los primeros humanos anatómicamente modernos que emigraron de África en la Edad de Piedra. Camino lentamente hacia Tierra del Fuego, el último rincón de los continentes que colonizó nuestra especie. Y en el camino, escribo historias y registro imágenes de las personas que conozco. Una de las pequeñas ventajas de este paseo de 33,800 kilómetros es contarle, casualmente, al propietario de un café en, digamos, Asia Central, que hace poco pasé por Etiopía.
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