Mal puede ser que la
muerte ande rondando mi puerta
mientras disfruto la vida
sin siquiera darme cuenta.
Será tan necia la parca
que interrumpa mi camino
cuando menos me lo espero
y me trunque mi destino?
Me encontrará bien
dormido soñando profundamente
las típicas pesadillas
que auguran siempre la muerte?
O tal vez un sueño lindo
colmado de sensaciones
pletórico de belleza
entre pompas de algodones?
Mas no le daré cobijo y
ahuyentaré su presencia
la mandaré de regreso con
su vil maledicencia.
No es mi hora todavía
vete a segar otras mieses
que aún mi corazón late
millones de veces.
Ruben Edgardo Sánchez, 10 de febrero de 2015
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