Vivían lejos muy lejos treinta lobos en un bosque
corrían juntos cazaban comadrejas a los trotes.
Un día se dieron cuenta que comida no quedaba
y así todos emprendieron una larga caminata.
Algunos fueron quedando en el camino cansados
un lobo de cola corta pronto quedó rezagado.
El gran jefe de los lobos les permitió descansar
y al rato casi todos volvieron a caminar.
El lobito había perdido el olor de la manada
y al retomar el camino ya no se veía nada.
Al llegar a una aldea tenía el pobre tanto frío
que su hocico y sus patas se habían endurecido.
El lobo rascó la puerta de una casa la primera
y luego hizo lo mismo con la segunda y tercera.
Al salir del caserío dentro de un bosque halló
una choza de madera y rendido allí cayó.
Un viejo que allí vivía sorprendido lo encontró
dormido junto a su puerta y adentro se lo llevó.
A partir de ese momento ambos fueron muy amigos
el viejito de la choza y el lobito perdido.
(Basado en el cuento "Cola corta" de autor
anónimo)
Ruben Edgardo Sánchez, 11 de mayo de 2013
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