Parto a mi hogar raudamente sabiendo que he recorrido
con mi carrera docente el camino que he elegido.
Un sabor muy dulce tiene saber que llegué a destino
sobriamente y sin alardes para evitar desatinos.
Caminando paso a paso con la vista en el camino
sabiendo que año tras año se iba forjando mi sino.
Ahora que aún tengo fuerzas para continuar viviendo
deseo dar rienda suelta a decenas de proyectos.
Uno a uno y sin apuros tomándome todo el tiempo
disfrutando estoy seguro de un horizonte abierto.
No pretendo grandes cosas la vida simple y sencilla
saboreando cada día en casa con mi familia.
Primavera de mi vida después de tanto trabajo
es la hora prometida después de sesenta años.
Ruben Edgardo Sánchez, 30 de agosto de 2013
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