I
Cuando el señor Gregor Samsa
se despertó una mañana
después de un sueño intranquilo
se encontró sobre su cama
en insecto convertido.
II
Hasta el caer de la tarde
Gregor no se despertó
de su sueño tan profundo.
No se hubiese despertado
mucho más tarde tal vez
aun sin ser molestado
pues se sentía repuesto
y también muy descansado.
Sin embargo parecía
que le hubiesen despertado
algunos pasos fugaces
y el ruido de la puerta
cerrada con gran cuidado.
III
La grave herida de Gregor
con su manzana empotrada
le dolió algo más de un mes
como recuerdo en la carne
ya que nadie se atrevía
con valor a retirarla.
Le pareció recordar
incluso al padre también
que Gregor Samsa era aún
un miembro de la familia
a pesar de su apariencia
y su triste forma actual
a quien no podía tratarse
como a un enemigo
sino frente al cual debía
aguantar la repugnancia
y tan solo resignarse
nada más que resignarse.
(Somera versificación de "La Metamorfosis" de Franz Kafka
en el aniversario de su nacimiento)
Ruben Edgardo Sánchez, 3 de julio de 2013
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