Tomé al cumplir veintiocho una sabia decisión
no sería el dinero objeto de mi ambición.
Fui marcando mi destino con los hechos del pasado
poniendo proa al futuro desde el camino trazado.
Al arribar a mis treinta elegí mi profesión
después de pensar y mucho cuál era mi vocación.
A lo largo de tres décadas ejercí como docente
una digna profesión que mantuve hasta el presente.
No me arrepiento de nada de lo que hice hasta hoy
tengo mucho por delante sin prisa y sin pausa voy.
En marzo cumplí sesenta ya me estoy por jubilar
otra etapa de mi vida comenzaré a disfrutar.
Ruben Edgardo Sánchez, 22 de agosto de 2013
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