Hace un año exactamente
que dejé de trabajar
fue después de muchos
años de tener que madrugar.
Ahora todo es distinto los
días se me hacen largos
son para nada aburridos y
procuro disfrutarlos.
De la manera más simple
en que yo lo puedo hacer
pausadamente y sin prisa
de acuerdo a mi parecer.
Disfruto del aire libre
todo el tiempo que yo quiero
o me quedo bajo techo si
es eso lo que prefiero.
Con mínimos compromisos y
responsabilidades
la libertad me regala
muchas posibilidades.
Más tiempo para gozar
para respirar el aire
mirar todo el día el
cielo de mi ciudad, Buenos Aires.
Ya no espero los feriados
tampoco las vacaciones
los días de la semana son
días sin distinciones.
Me hacía falta un respiro
beber la vida de a poco
en lugar de atragantarme
con tanto y tanto sofoco.
Créanme les aseguro que
no tiene desperdicio
disfrutar del tiempo libre
después de años de servicio.
Ruben Edgardo Sánchez, 28
de agosto de 2014
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