La vida es un regalo más aún si es saludable
sin embargo algunas veces se torna insoportable.
Quien no tiene una dolencia física o espiritual
es alguien extraordinario y fuera de lo normal.
Gozar de buena salud es toda una bendición
y cuando ella nos falta la extrañamos un montón.
Solemos atribuirlo a cierto ajuste de cuentas
tal vez porque procedimos de manera incorrecta.
Los yerros siempre se pagan más temprano o más tarde
actuemos con humildad y evitemos los alardes.
Vivamos con alegría agradeciendo estar sanos
actuemos con hidalguía si llegamos a enfermarnos.
Ruben Edgardo Sánchez, 9 de noviembre de 2016
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