En la terraza de casa brotó subrepticiamente
en apenas unos días una plantita inocente.
La pequeña aventurera se hizo lugar en la grieta
al pie de una columna levantándose enhiesta.
No tuvo ninguna duda era la oportunidad
de enarbolar su existencia con toda vitalidad.
De manera muy resuelta sin pedir ningún permiso
ella se manifestó cuando lo creyó preciso.
A nadie le preguntó no hizo alarde de presencia
se animó a florecer con singular apetencia.
La vida se manifiesta de diferentes maneras
y se muestra en plenitud en tiempos de primavera.
Ruben Edgardo Sánchez, 20 de noviembre de 2016
No hay comentarios.:
Publicar un comentario