Te presiento cerca
aunque vayas lejos
cuando estás dormida
yo velo tus sueños.
Te regalo un beso tierno
me respondes dulcemente
envuelvo tu mundo y dejas
que la magia desperece.
Te presiento cerca
aunque el gris enojo
aparezca a veces
y provoque enconos.
Te regalo unas palabras
me devuelves tu mirada
recorro tu mundo y dejas
una sonrisa en mi cara.
Te presiento cerca
aunque la jornada
prolongue las horas
de la vuelta a casa.
Te regalo un pensamiento
me imaginas a tu lado
estoy en tu mundo y dejas
las nostalgias a un costado.
Ruben Edgardo Sánchez, 11 de octubre de 1990
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