Circunstancias de la vida ponen a prueba a menudo
el poder de adaptación que tenemos de seguro.
Pueden ser determinantes sin darnos opción alguna
tan lejos de nuestro alcance y de la esquiva fortuna.
Buscar un lugar mejor para vivir dignamente
no implica ningún delito es un derecho inmanente.
Es una cuestión vital sin otra alternativa
que huir hacia donde sea para resguardar la vida.
Es una flagrante muestra de insensibilidad
no ayudar al inmigrante que huye por necesidad.
No encuentra otra salida más que apelar a su suerte
no tiene ninguna opción es cuestión de vida o muerte.
Ruben Edgardo Sánchez, 5 de septiembre de 2015
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