Tan libres ellos
tanta soltura
les basta sólo con las ganas
y el aleteo los conduce
no dudan vuelan.
Los veo en esta mi ciudad
Buenos Aires nada menos
en medio de un espacio
enrarecido por el smog
y un tiempo
electrizado por el estrés.
Para ellos no hay
inflación recesión represión injusticia
deviene su vida sin limitaciones
sin ley ni ataduras
sin preocupaciones.
Viven hasta que
sin rencores
ni resentimientos
mueren natural
y libremente.
Van y vienen... vienen y van
vuelan de allá para acá
y de aquí hacia dónde?
hacia un nuevo destino
original irrepetible
fugaz y distinto.
Posando sus frágiles patas
en ramas cornisas o tejas
arenas asfaltos o plazas
amortiguando el impacto
desafiando a la gravedad
por enésima vez.
Y luego otras ganas
otro impulso
otro incipiente aleteo
despegue y un nuevo destino
difícilmente definitivo
efímero liviano frágil... acaso.
Ruben Edgardo Sánchez, 26 de septiembre de 1988
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