Mi Universar

jueves, 3 de septiembre de 2015

Aylan Kurdi



Buscaba un mundo mejor
y se encontró con la muerte
por la insensibilidad
de los dueños de la suerte.

Quería llegar a Europa
y su sueño se truncó
una playa de Turquía
sin vida lo recibió.

No es el único es un símbolo
y es uno entre muchos más
por eso los dibujantes
lo estimaron ejemplar.

Es una muestra acabada
de la crisis de valores
que afecta al mundo actual
y genera estos horrores.

Ruben Edgardo Sánchez, 3 de septiembre de 2015

Aylan y Galip Kurdi, de tres y cinco años respectivamente, se subieron junto a sus padres, Rehan y Abdullah, a un bote para cuatro personas junto a otros once pasajeros desesperados por viajar desde Turquía hacia Grecia. Rehan y Abdullah querían que el futuro de esos dos chicos estuviera lejos de la guerra civil y el horror del Estado Islámico en Siria, su país natal, después de intentar refugiarse sin éxito en Canadá. Momentos después, esa embarcación naufragó. De esa familia de cuatro, sólo el padre sobrevivió.


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