Qué difícil es llevar
con toda normalidad
nuestra vida cotidiana
cuando un poco más allá
se mueren en Palestina
cientos de niños pequeños
que sólo quieren jugar
mientras sus crueles vecinos
los quieren asesinar.
Qué difícil es comer
a la hora del almuerzo
o merendar por la tarde
mientras nos entretenemos
con semejante masacre
perpetrada sin pudor
causando cientos de muertes
e insoportable dolor
a víctimas inocentes.
Qué difícil escribir
estas líneas que ahora escribo
quiero encontrar las palabras
que expresen todo el dolor
que tengo en mi interior
y sean como semillas
dispuestas a germinar
en maquiavélicas mentes
que piensan sólo en matar.
Quiero que mi cometido
en el campo de las letras
sea dar esta batalla
es tan erróneo pensar
que uno no puede hacer nada
como creer que la guerra
se acaba con decir basta
transmitamos nuestro enojo
al menos con las palabras.
Ruben Edgardo Sánchez, 25 de julio de 2014
No hay comentarios.:
Publicar un comentario