Ansían tener un cargo para estafar al erario
olvidan honrar el mismo cuando ya son funcionarios.
Orientan sus decisiones para obtener beneficios
no tienen noción alguna que deben prestar servicio.
Siempre buscan privilegios con descaro y desvergüenza
aunque no les corresponda siempre esperan recompensa.
Rehúsan poner en práctica principios fundamentales
la educación democrática no suaviza sus modales.
Deberían recordar que el pueblo es el soberano
esta premisa tan básica deben saber de antemano.
Son funcionarios corruptos incurables e infernales
deshonran la función pública con sus vicios inmorales.
Ruben Edgardo Sánchez, 22 de abril de 2017
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