No dependemos de nadie
si tenemos libertad
para hacer lo que queramos
sin dañar a los demás.
Sucede algo parecido
al hablar de una nación
tan libre y soberana
que no acepta intromisión.
Que ningún poder foráneo
en un momento oportuno
pretenda inmiscuirse
sin tener derecho alguno.
Al hablar de independencia
de una persona o nación
queda implícito el derecho
que asume tal condición.
Ruben Edgardo Sánchez, 6 de julio de 2016
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