Sobre mis mejillas
las lágrimas caen
me arden los ojos
de tanto llorar.
Se llena mi boca
de savia y de sal
seca mi garganta
duele sin cesar.
Se nubla mi vista
no puedo mirar
es honda mi angustia
como mi pesar.
Me falta el aire
no puedo inspirar
y mi corazón
pronto va a explotar.
La gente que pasa
mira sin mirar
y yo solamente
la veo pasar.
Caminan ligero
de aquí para allá
nadie se detiene
no pueden parar.
Yo ando despacio
no quiero llegar
alterno mis pasos
casi sin mirar.
Balbuceo cosas
casi sin pensar
es grande el vacío
de mi oquedad.
Ruben Edgardo Sánchez, 26 de julio de 2016
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