Paso lento y sosegado andar cansino y seguro
se acerca el fin de la cuesta voy llegando sin apuro.
Una estrella me conduce cada vez más luminosa
aletargado silencio brisa suave y candorosa.
Sol poniente perezoso rojo fuego en el ocaso
crepúsculo de mis días unos pasos y te alcanzo.
Iré siempre tras de tí cual animal tras su presa
nunca te voy a alcanzar me basta con tu tibieza.
Así transito mis días y mis noches somnolientas
caminando paso a paso tranquilo sin impaciencia.
Un horizonte otoñal que invita a encontrar reposo
en meras banalidades y pasatiempos gozosos.
Me deleito con la calma vivo sin tiempo ni apremios
respirando el aire a sorbos y enhebrando sueño a sueño.
Regalando algunos versos hallados por el camino
caminando la hojarasca en busca de mi destino.
Ruben Edgardo Sánchez, 6 de junio de 2013
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