Sueño una ventana con rejas y mar
calle de empedrado faroles a gas
un balcón florido malvones en flor
sol de mediodía perfume y color.
Si acaso tal sueño fuese realidad
y pudiera a diario el mar contemplar
desde esa ventana desde ese balcón
entre esos malvones con tanto color...
al correr los días al verse real
perdería el sueño todo su caudal
la magia reside en que el sueño sea
perenne incumplido y que nunca muera...
jamás concretado ni hecho real
sólo lo soñado conserva su sal
por siempre presente eterno y vital
anhelo consciente quimera ideal.
Aquella ventana con rejas y mar
la tengo grabada como una postal
tanto la deseo así como está
que quiero que nunca se haga realidad.
Ruben Edgardo Sánchez, 2 de junio de 1993
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