Demasiado era el tormento que debías soportar
hasta que dijiste basta ya no quiero sufrir más.
Ahora estás liberada de todo padecimiento
dejaste aquí tu equipaje y te elevaste al cielo.
Las cuestiones materiales dejaron de ser desvelo
etérea sutil liviana hoy iniciaste tu vuelo.
No tenías que sufrir semejante humillación
en manos de los galenos detrás de tu curación.
Ya no tenía sentido la suerte ya estaba echada
era imposible salir de esta cruel encrucijada.
Tu voluntad dijo basta me cansé de pelear
hasta cuándo iba a seguir tratando de evitar…
los designios del destino que suelen ser poderosos
no conceden voz ni voto son mandatos majestuosos.
Después de todo no somos más que seres transitorios
emprendemos la partida dejando nuestro envoltorio.
Peleaste como leona para continuar viviendo
mas no tenía sentido que continuaras sufriendo.
Es mucho el dolor que causa tu irremediable partida
te recordaremos siempre como si estuvieras viva.
Ruben Edgardo Sánchez, 30 de septiembre de 2014
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