Una moneda de plata
vive escondiéndose a diario
lo hace detrás de algodones
en tibias noches de marzo.
Sobre el suave terciopelo
se desliza majestuosa
como el andar de una reina
elegante y orgullosa.
Con su brillo tan radiante
y su mirada encantadora
nos muestra una sola cara
luminosa como pocas.
Viaja por el firmamento
muy ligera de equipaje
es la reina de la noche
vistiendo su mejor traje.
Ruben Edgardo Sánchez, 12 de marzo de 2017
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