Funcionarios de gobierno y empresas estatales
abrevan la misma fuente de ingresos de capitales.
Una carga impositiva cada vez más importante
es la dosis que alimenta a un Estado demandante.
En países como el nuestro en vías de desarrollo
suele haber muchos proyectos que requieren un apoyo.
Piden ayuda al Estado para pequeñas empresas
y en variadas ocasiones hay sobornos y prebendas.
Ciertos parásitos viven a expensas de los demás
van en busca de un Estado al que puedan esquilmar.
Pueden ser particulares o ser parte del gobierno
el objetivo es el mismo y es obtener dividendos.
Prefieren la obra pública porque se puede coimear
estafando a la Nación y a toda la sociedad.
En una empresa privada no es tan sencillo hacerlo
los dueños y accionistas son más guardianes que un perro.
Ruben Edgardo Sánchez, 23 de marzo de 2017
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