Al cumplir setenta años ella empezó a correr
quería salir de su casa y no sólo envejecer.
Ahora tiene ochenta y dos y aún sigue corriendo
se siente muy orgullosa de poder seguir haciéndolo.
Es un verdadero ejemplo de constancia y de tesón
no le importa quedar última en una competición.
Sólo pretende llegar a la meta establecida
con eso está satisfecha y da gracias a la vida.
Es una mujer feliz porque se siente orgullosa
de lo que pudo lograr desde que es corredora.
Y es un ejemplo a seguir una mujer decidida
se llama Elisa Forti y es campeona de la vida.
Ruben Edgardo Sánchez, 4 de febrero de 2017
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