“2.000 rondas”
Qué es lo que no daría una madre por sus hijos
engendrados en su vientre desde que son pequeñitos.
Sean uno o treinta mil las madres siempre marcharon
reclamando por sus hijos a quienes nunca olvidaron.
Debían andar de a dos porque más no permitían
pues si eran tres o más al grupo lo disolvían.
Aún hoy siguen queriendo saber qué fue de sus hijos
si están cerca o están lejos si están muertos o están vivos.
Dos mil rondas a la plaza reclamando por sus hijos
muertos por la Dictadura o bien desaparecidos.
Azucena Esther y Mary eran madres combativas
y fueron de las primeras madres desaparecidas.
Sabían que era riesgoso que peligraban sus vidas
sin embargo no temían eran madres decididas.
Fueron y serán siempre nuestras Madres de la Plaza
las de los pañuelos blancos a quienes el pueblo abraza.
Ruben Edgardo Sánchez, jueves 11 de agosto de 2016
No hay comentarios.:
Publicar un comentario