Mi Universar

domingo, 14 de agosto de 2016

El sol


Desde tiempos muy remotos el sol siempre fue un dios
los hombres lo adoraban por creerlo superior.

Provee luz y calor recursos fundamentales
para la vida terrestre y esencialmente vitales.

Desparramando sus rayos por sobre todas las cosas
regalándoles colores para que luzcan hermosas.

Bajo su luz protectora toditos somos iguales
porque es la fuente de vida para todos los mortales.

Sentimos todo el fulgor que nos abrasa la piel
y nos baña con sus rayos de la cabeza a los pies.

Alzamos la vista y vemos luminiscencias fogosas
bailando en nuestros párpados ardientes y fragorosas.

Agradecemos a diario su tan cálida presencia
por las bondades que aporta por su poder y su fuerza.

Nuestra vida es posible porque contamos con él
el día que ya no exista habremos de irnos también.

Ruben Edgardo Sánchez, 14 de agosto de 2016

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