Es tal la pasión que
siento por el club de mis amores
que mi corazón palpita al
compás de sus colores.
Es tan sólo un deporte no
es cuestión de vida o muerte
no obstante me siento
triste en cada ocasión que pierde.
En cambio es inexplicable
la alegría que me embarga
cuando logra una victoria
de visitante o en casa.
Toco el cielo con las
manos en cada gol que convierte
no existe emoción más
grande para mi alma xeneize.
Mi opinión es subjetiva
mi sentimiento también
respeto otros sentires
aunque no me caigan bien.
Mi sangre es azul y oro
como mi orgullo y pasión
cada vez late más fuerte
mi boquense corazón.
Buenos Aires, 4 de mayo de
2015
No hay comentarios.:
Publicar un comentario