En un frasco de cristal el
sol del amanecer
resulta una presa fácil por un instante tal
vez.
Quédate sol cuanto quieras no temas puedes volver
a surcar el firmamento como acostumbras a hacer.
Mientras tanto yo disfruto de tu amable calidez
y te ofrezco hospedaje al menos por una vez.
Luego te irás sin rencores presuroso a recorrer
cielos y mares diversos que iluminas por doquier.
Si disfrutaste la estancia mañana podrás volver
me regalarás la magia de atraparte otra vez.
Ruben Edgardo Sánchez, 2 de diciembre de 2014
Quédate sol cuanto quieras no temas puedes volver
a surcar el firmamento como acostumbras a hacer.
Mientras tanto yo disfruto de tu amable calidez
y te ofrezco hospedaje al menos por una vez.
Luego te irás sin rencores presuroso a recorrer
cielos y mares diversos que iluminas por doquier.
Si disfrutaste la estancia mañana podrás volver
me regalarás la magia de atraparte otra vez.
Ruben Edgardo Sánchez, 2 de diciembre de 2014
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