Estamos a pocos días de
regresar a las urnas
para emitir nuestro voto
de manera concienzuda.
Si actuamos racionalmente
y sabemos elegir
tal vez logremos cambiar
el camino a seguir.
De lo contrario tendremos
que esperar un par de años
para poder reemplazar a
quienes nos hacen daño.
Muchas veces nos dejamos
engañar por apariencias
nos endulzan los oídos
con repetidas promesas.
Luego quedan retumbando en
las paredes de los medios
no es que tengan vida
propia es que resuenan los ecos.
Cuando vacían las urnas
quedan atrás los discursos
y entre penas y rabietas
la vida sigue su curso.
Nuevamente a lidiar con
los problemas de siempre
y al cabo nos damos cuenta
que no hay nada diferente.
Nos volverán a engañar
con sus sonrisas forzadas
afirmando con descaro que
aquí no ha pasado nada.
Ruben Edgardo Sánchez, 18 de octubre de 2017
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