Durante siglos estuve muerto
de una vida que nunca tuve
ahora estoy vivo
de una muerte que nunca tuve
misterios ambos e interrogantes
ignorancia total de lo que vendrá
sino incierto devenir leve y frágil
etéreo.
No puedo explicar lo que no conozco
no puedo imaginar lo inasible
sólo me resta esperar
pacientemente
el ignoto momento
el indeterminado instante
en que el círculo se cierre
en su punto de inicio.
Volver a la fuente y regresar
al lugar donde ya estuve
siendo nada y todo
luz y sombra
noche y día
cielo y tierra
la misma esencia
la misma naturaleza
cara y ceca de una misma moneda.
Ruben Edgardo Sánchez, 17 de diciembre de 2007
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