Tiritamos al andar y el
aire nos clava agujas
tal vez sean los designios
de alguna maldita bruja.
Dicen que irá mejorando
con el correr de los días
el sol estará más cerca
y las noches no tan frías.
Lo cierto es que el invierno nos mantiene congelados
con pocos días de sol y
el cielo siempre nublado.
Este es un frío polar que
nos cala hasta los huesos
recorre nuestras espaldas
y nos llega hasta el pescuezo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario