Como siempre los maestros
no se cansan de enseñar
saben muy bien que el
futuro depende de su accionar.
Hay quienes siembran
valores que nos hacen más humanos
otros modelan engendros
que devienen en villanos.
Unos forman ciudadanos
solidarios respetuosos
otros aves de rapiña que
nos arrancan los ojos.
Hay maestros con
mayúsculas que enseñan de corazón
otros están al servicio
de aquel que es mejor postor.
La docencia y la
indecencia no encuentran punto de unión
unos predican valores los
otros putrefacción.
Ruben Edgardo Sánchez, 6
de marzo de 2019
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