La tradición de servir los ñoquis del veintinueve
se basa en ciertas leyendas de origen diferente.
Había una vez un médico que vivía en Nicomedia
se llamaba Pantaleón y su historia es de leyenda.
Convertido al cristianismo peregrinó por Italia
y practicó milagrosas curaciones en la Galia.
En su peregrinación llegó a la humilde casa
de unos pobres campesinos y les pidió una hogaza.
Fue invitado a compartir su pobre y mísera mesa
un plato con siete ñoquis era toda su riqueza.
Les anunció agradecido un año de mucha pesca
por el favor recibido y también buenas cosechas.
Cuando el joven se marchó los campesinos hallaron
varias monedas de oro que estaban bajo los platos.
En otra oportunidad en el Piamonte italiano
una cosecha de trigo se perdió entre las manos.
La harina era muy cara porque resultaba escasa
pudieron saciar el hambre haciendo ñoquis de papa.
A partir de ese momento los pobladores están
habituados a reunirse en la plaza principal.
Para comer ricos ñoquis en el momento oportuno
que es el Día del Patrono los veintinueve de junio.
La costumbre se expandió y llegó a la Argentina
los ñoquis del veintinueve son una grata rutina.
Ruben Edgardo Sánchez, 29 de julio de 2017
