Cinco hipocampos reunidos
en derredor de una flor
tan bella y tan luminosa
como el mismísimo sol.
Preguntan cómo es posible
ver una flor bajo el agua
tal vez las algas florezcan
como en la tierra las plantas.
Más allá de esta inquietud
no se cansan de admirarla
su belleza es tan sublime
que no dejan de observarla.
La flor no sabe qué hacer
ante esta situación
tiene cinco espectadores
y no hay ninguna función.
Se mece con la marea
luce amarillos y blancos
es observada de cerca
por los cinco hipocampos.
La escena se perpetúa
nadie dice una palabra
la flor se sigue meciendo
los hipocampos aguardan.
Ruben Edgardo Sánchez, 8 de agosto de 2015
Ilustración: 'Hipocampos' The Art of Melanie Hava
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